REVOLUCIONES Y FLORES DE UN DIA

REVOLUCIONES Y FLORES DE UN DIA

El corazón se hincha y uno parece estar reviviendo los tiempos de cambio, de revolución libertadora, como en los años de la colonia, cansados del abuso español. Ahora este sentimiento, cuya génesis sigue siendo un misterio, se puede fabricar con una frase que se vuelve grupo y moda en una red social.

El candidato del girasol estaba tranquilo y ya empezaba acostumbrarse a ser un elemento simpático y con pocas pretenciones en la escena nacional. Fue mas peligroso para esa clase política cuando surgió como fuerza silenciosa, espontánea, como idea descabellada después de haber ensayado en vano todas las opciones tradicionales.

El habilidoso Tallayrant, el mismo que había sabido mimetizarse tanto en gobiernos que plantaban el nuevo liberalismo, pasando por cortes glamourosas e ingenuas y terminando en gobiernos napoleonicos del que tomara el fervor popular para elegirse, sabia muy bien que esa ola que crecía gracias al mundo virtual no trascendería al mundo real. Hay un abismo grande entre todo lo que se dice, se promete en ese mundo intangible con verdaderas acciones que pudieran hacer tambalear sus pretensiones.

Le pareció interesante para sus aspiraciones ver como otra opción crecía como un espejismo, dejando a un lado sus verdaderos rivales. Sabia muy bien que los jóvenes actúan motivados por impulsos que dicilmente se convierten en acciones. Un celebre entrenador de fútbol decía que los jovenes solo ganan partidos mas no campeonatos. Algo así como ganar una que otra batalla pero no la guerra.

Son otros los que terminan beneficiandose de estos movimientos aparentemente renovadores. Ellos tienen ganas de cambio y están cansados de esos regímenes como los de los países del norte de africa, ahora pasaron el mediterraneo y tomaron forma de grandes acampadas en la madre patria. Hay una inconformidad, no aguantan mas, pero no tienen una propuesta clara al respecto. Una mascara tomada de una pelicula en la que un vengador hacia justicia en una sociedad es el símbolo de un movimiento anónimo que empieza a destapar secretos y a desestabilizar gobiernos. Videos y documentales en internet nos ponen a dudar.

Por un momento creiamos que habia llegado el tiempo del cambio y en Colombia se cristalizaba en forma de partido político lleno de esperanza y libre por fin de todos esos vicios del servicio publico. Ahora su candidato que seguramente arrasaría en las elecciones capitalinas acepta el apoyo del ex-presidente que en su momento hizo las respectivas descalificaciones a su movimiento, del mismo ex-presidente que utilizo métodos inaceptables por esta nueva fuerza política. La ola ahora si que esta decepcionada, y Tallayrant celebra la dimisión de esta efímera fuerza política.

Pasaremos a la fase de las investigaciones que cada vez se acercaran mas a la figura del ex-presidente hasta llevarlo a la descalificación y si la justicia existe a la cárcel. Incierto lo que pueda pasar con sus fieles y numerosos seguidores, todo depende de lo alto que sea ese punto que ponga el gobierno de Tallayrant. Tal vez en unos años y tal como ocurriera con figuras carismáticas como Peron y Rojas Pinilla, luego de ser juzgados y despues de ver que los partidos tradicionales retomaron sus viejas costumbres, tal vaz hasta con una maquinaria de frente nacional debidamente engrasada, tal vez ese día los jóvenes se inventen otra frase en las redes sociales y se invoque al líder la la seguridad democrática para que retome las riendas del país y quizas ese día el impulso de la ola pueda ser cosechado por el veterano de mil batallas.

Quien sabe Tallayrant donde estará para ese entonces, lo único cierto es que el maleable material del que esta hecho aun conservara esas propiedades para adaptarse a viejos moldes, para volver a ser ese ministro estrella y recordar bellos y falsos positivos tiempos.