MUCHA ENERGIA PARA DORITA

Decía Marielena en esos tiempos tremendamente peligrosos de la década del 80 en Medellín que nuestra familia contaba con una protección especial. Una especie de ángel guardián que irradiaba su protección a parientes cercanos y lejanos de sicarios, atentados terroristas o cualquier otra locura colectiva. Marielena pasa minutos antes o después de una mortal bomba en el poblado. Tal vez el único hecho trágico de alguien cercano a la familia que arrimándose a la candela encontró la muerte en esos días fue corozo, del que guardamos bellos recuerdos en la casa.

En cuanto accidentes, los sustos fueron grandes, Bruno y Clara volando por la parte posterior de un susuky producto del mal del sueño de algún conductor en esas peligrosas carreteras en terraplén. Los bancos de sangre agotados de A negativo lituano en pleno fin de año donde todo el mundo esta en otro cuento. Difícil recuperación y hoy lo tenemos contando el cuento de manera tranquila como un tropezón del pasado ya superado. Conocimos que era la facia lata gracias a las experiencias taurinas de pacho y el maquillaje de película de terror que dejo la experiencia del sueño al volante en la carretera la Pintada para Juan Manuel, maquillaje que se perdió con el tiempo. Ya hoy se pueden hacer chistes de esos hechos que en su momento fueron de vida o muerte.

De todas maneras para ser una familia tan numerosa, hemos salido bien librados de los hechos que pueden afectar nuestra frágil existencia. Ahora aparecen las enfermedades. A las que en Canadá hacemos de cuenta que no existen para no vivir la zozobra de su sistema de salud.
Y desde esta distancia la impotencia del que no esta presente en Colombia y aun si lo estuviéramos la incapacidad para ser útiles en asuntos de la salud.

Carlos pone videos en su página que a veces tardamos en observar. Como si fuese algo premonitorio esta vez publicó algo relacionado con una de sus pasiones: el funcionamiento del cerebro humano. Solo después de conocida la noticia de la enfermedad de Dorita se hace la relación perfecta en nuestro hemisferio cerebral izquierdo como cuenta la conferencista en el video.

Siempre llamamos a Dorita cuando algo no funciona bien en materia de salud. Con esa capacidad para entender y comunicar lo que esta pasando en nuestro cuerpo. Su parte de tranquilidad y de positivismo de cómo y donde encontrar la solución. Por supuesto su sola presencia y sonrisa tiene un efecto sanador que en la mayor parte de los casos nos dice que es algo que no es grave y que se solucionara pronto.

Y ahora con la conciencia de saber que es lo que te esta pasando Dorita eres espectadora de primera mano. La protagonista del video habla con la pasión del científico que hizo el viaje al misterio del universo del cerebro humano. Dorita habla con la conciencia de lo que ocurre con su cuerpo y la prueba que esto va ser temporal esta en su sonrisa que siempre la acompaña. Sonrisa antes como espectadora, ahora como protagonista.

Cuenta la doctora del video la percepción que tuvo al desconectar por unas horas su hemisferio izquierdo cerebral. Una explosión de energía entrando a su cuerpo en forma de colores como un collage en su mente. Dorita con la plena conciencia de lo que esta pasando siente el apoyo de todos los que en algún momento hicimos parte de su vida. Compañeros de trabajo, de la universidad, la familia por supuesto y hasta esos compañeros inolvidables del hospital de sabaneta. Todos proyectando la buena energía que no es mas que el reflejo de lo que Dorita no has dado en su vida, mucho amor que va sanarlo todo. Semejante romería de visitas y llamadas hasta de ultra mar son comparables con las que recibiera Ingrid después de su rescate, de ahí el nuevo apodo para Dorita. Contrario a la solidaridad que la excandidata a la presidencia logro por su tragedia y por el manejo mediático, lo de Dorita es espontáneo en todos los que la conocemos, Dorita es absolutamente necesaria para nosotros.

Fue Dorita la que me dijo algún día que la medicina era mas un oficio. A pesar de las herramientas que existen actualmente para medir y dictaminar diagnósticos casi como cuando un ingeniero mecánico descubre las falencias de una compleja maquina. A pesar de todo eso, el medico debe tener algo que va mas allá de un racionamiento frió y calculador. Gracias a Dios hoy se descarta para ella un diagnostico irreversible y mortal. Sigue el otro camino, el de la recuperación, que con la ayuda de todos y por supuesto con la fuerza de Dorita que sigue intacta saldrá adelante.

Y en poco tiempo estará contando su experiencia en una de sus conferencias. Ahora con el saber de haberlo vivido. Con la sabiduría de haber aprendido de esta carencia temporal. Será aun mas sabia Dorita, será el examen final para graduarse en su pasión por la vida, la enfermería como el arte del cuidado de la salud del ser humano, con el sentido humano que solo Dorita posee, un abrazo desde Canadá y mucha energía positiva de parte de Gabriela y las niñas, Dorita la queremos mucho.